Eloy Vargas, inició su trayectoria como artesano textil en el taller de Benjamín Nolasco, cuando tenía 15 años. Empezó lavando lana y al poco tiempo empezó a confeccionar tapetes de un solo color.
Con poco más de 40 años trabajando en el hilvanado de esta materia prima que nos ofrecen las ovejas, Don Eloy a recorrido el país vendiendo sus productos en un sinnúmero de ferias comerciales.

"Si los deseos tuvieran alas, las ovejas volarían".

Robert Jordan.

Eloy recuerda que su primer contacto con la lana fue a muy temprana edad, cuando veía a su abuelo salir los corrales con costales de esta materia prima natural, para mandarle hacer suéter y chamarras a la familia.

Si quieres llegar a viejita, pon los pies en un tapete de la ovejita.

El ingenio de Eloy lo llevó a crear su propio telar en dos semanas. Cada pieza fue colocada de manera empírica y en base a su experiencia de años. Los polines de madera se conservan rústicos. En aquel entonces, apuraba más ponerlos a funcionar, más que pensar en lijarlos.

 

Tres cosa demando de Dios si me las diese: La tela, el telar y la que teje.

El telar construido por este artesano ejemplar, está lisito para ver a sus hijos y sus nietos trabajar.

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